El uso de las flores de Bach
TORACOCENTESIS EN ANIMALES
El animal es inmovilisado en recumbencia esternal o parado. El sitio de la inserción de la aguja es rasurada y lavada, y un antiséptico es aplicado no son generalmente necesarias la tranquilización y/o la anestesia local para colectar una pequeña muestra para análisis, pero puede ser necesaria si va a ser drenado del pecho una gran cantidad de fluido.
Es preferida una guja 18 a 20 con catéter sobre la aguja ( u otra unidad de catéter-aguja) sacada después de que el catéter es introducido dentro de la cadiad torácica, disminuyendo la posibilidad de dañar órganos intratoracicos.
Las efusiones pleurales son típicamente abundantes y bilaterales, pero pueden ser ligeras, unilaterales y/o compartimentalizadas. Las radiografias ayudan a determinar la localización del fluido y guiar la toracocentesis. Si el fluido no esta compartimentalizado, la toracocentesis es hecha a nivel de la unión costocondral en el séptimo y octavo espacio intercostal.
La unidad de catéter junto con la jeringa unida deberá ser insertada cerca de la superficie craneal de la costilla para minimizar el riesgo de lacerar los vasos y nervios sobre el borde caudal de la costilla. Si solo una jerinfa de fluido va a ser colectada, el fluido es aspirado, y el catéter sacado con la jeringa unida. Sin embargo, si la jeringa va a ser repetidamente llenada, una mariposa de tres vías deberá ser unida antes de puncionar. Drenando grandes cantidades de fluido con una jeringa puede ser difícil, especialmente si el fluido es viscoso, lleno de debritus o/y coágulos de fibrina, o si la compartimentalización ha ocurrido, la colocación de un tubo de pecho puede ser necesario en tales casos.
Durante la colocación inicial de la aguja, se debe mantener presión negativa sobre la jeringa de tal manera que al avanzar la aguja inmediatamente colecte la efusión, y de esta manera se evite puncionar o lacerar inadvertidamente el pulmon.
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